Un lugar húmedo es el que busco. Una zona rebosante donde penetrar mi existencia vagabunda de viejo trovador hacedor de sueños. Sin ojos, sin manos, sin piel, con tan solo una mirada que conecto los instintos olvidados de ese viejo enamoramiento al atardecer.
Y el alma se nos ha de convertir en mantequilla, y podremos por fin, derretirla en esa gran sarten llamada sino.
2 comentarios:
Un lugar húmedo es el que busco.
Una zona rebosante donde penetrar mi existencia vagabunda de viejo trovador hacedor de sueños.
Sin ojos, sin manos, sin piel, con tan solo una mirada que conecto los instintos olvidados de ese viejo enamoramiento al atardecer.
Y el alma se nos ha de convertir en mantequilla, y podremos por fin, derretirla en esa gran sarten llamada sino.
Ya establecimos que tus ojos son el mar. El Mar Negro, partido en dos
con sólo un horizonte
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