lunes, 9 de junio de 2008

Espejismo Áureo

(William Turner "Barco de esclavos")



Un espejismo áureo
de elementos líquidos
me instan al poder de las olas,
a someterme a las leyes del fuego,
a comulgar con la ruina de mi ser
mi ser enfermo
mi ser extremo

mi ser
ansioso por nacer.


"El barco de esclavos de la pintura es, a un tiempo, real e irreal. Tiene el trazo de las barcos mayores utilizados en el comercio, a fin de adelantar a los competidores. Pero en esta ocasión el barco trata de vencer a la tormenta, aparentemente sin la menor esperanza; apenas el mástil sobresale del agua; y, como ha apuntado el historiador John McCoubrey, está navegando--si es que en realidad navega--en dirección hacia el temporal, no alejándose de él. Es, de hecho, una especie de anti-Temeraire, un barco cazado, embrujado, maldito, como el barco del Antiguo Marinero, navegando a través de un oceano de míticas y sangrientas maldiciones. De igual manera, el monstruo marino de la derecha no podría encontrarse en las costas de Jamaica o África, sino en los cuadros de Pieter Bruegel el viejo. El pez grande se come al chico. Los peces pequeños comen humanos. Es el infierno en altamar." S. SCHAMA

2 comentarios:

José Arroyo dijo...

Y nosotros a veces, seres enfermos, seres extremos, navegamos en automático hacia el temporal, cruzando todas esas maldiciones. Cierras los ojos y sin darte cuenta ya hay algo que te arrastra por inercia hacia la tormenta. Entonces lo puedo afirmar: Ya has sentido el lado oscuro de la fuerza.

Recuerda llevar contigo la cuerda de aquella vez, para poder regresar a tu lugar. Vamos entonces a navegar en altamar.

X e n d r a dijo...

El ser nace con el “poder de las olas”, con cada una de las gotas que reparte algún manantial infinito y se instala en lo más silencioso de la noche: en uno mismo.
¿Y la arena… ?



No te diré mi nombre porque no tengo,o, en todo caso si es que tengo no me gusta darlo. Aunque tal vez mañana me descubras entre tanto remolino andante.